viernes, 1 de mayo de 2009

EL CUADRO

Subió la vieja escalinata de mármol desgastado por el tiempo.Las paredes de la pensión le parecieron mas lúgubres que nunca.Solía entretenerse descifrando las
manchas de humedad pretendiendo vislumbrar figuras sagradas donde no había mas que inmagenes fantasmagóricas,producidas por el deterioro y la carencia de
mantenimiento.Un profundo vacío lo poseía.Pensó en la muerte.Decididamente lo pensó como una solución final.Dejó el bastidor que traía de la calle.Lo apoyó sobre el caballete de madera,la tela blanca, tirante y fina lo provocaba como quizás las sirenas habrían provocado a Ulises para desorientarlo.Sintió la paralizante contradicción de elegir entre la vida y la muerte.Solo le bastaba recordar que entre los viejos sueteres en el oscuro plakard, tenía un pequeño frasco,lleno de pastillas que le provocarian un viaje sin retorno.
El desdén de esa mujer lo había despojado de su paz interior, le había hecho perder su dignidad y su hombría de bien.Mara fue la culpable,lo incitó a robar esos documentos del Banco dónde trabajaba, solo por milagro no fué preso,porque tuvo amigos influyentes que lo ayudaron a salir del entuerto en el que ni el supo como entró.El amor lo omnubiló al punto de traspasar los limites de la legalidad, desafiando una conducta que fuera intachable,hasta ese momento. Y cuando Mara
lo vió en la ruina no vaciló en cambiarlo por un vejete del barrio Norte.
¡Que loca¡,pero cuanto la amó...la había encontrado una noche de borrachera, andando por esas calles solitarias,en un reducto de los que frecuentan los intelectuales y algunos vagabundos,estaba tan ebria como el.Ella supuso se trataba de un artista exitoso,cuando en realidad era un fracasado.Todavía se le mete en el estomago su risa burlona,doliendo como si un tirabuzón se introdujera a extraer el corcho rebelde e una botella .Ella le provocó esa depresión invasora,ya no pudo crear se anularon sus ansias creativas,no pintó ni una linea más,fué vertiginoso,entró en la voragine de un túnel sinuoso ,sin final,lleno de voces confusas y atronadoras, sin salida.
Buscó los elementos para empezar a pintar...buscó debajo de la cama,en los cajones, en el piso,todo era un caos.
Descubrió que ya tenía unos pinceles en la mano e intentó esbozar una figura,pero se alejó unos pasos y se sentó cerca de la ventana.Midió mentalmente la distancia que lo separaba de la vereda donde una anciana paseaba tranquila a su perro.Recordó su arribo a Buenos Aires,desde el norte,escapandose de la miseria ,pensando que en Constitución se abría un maravilloso mundo de prosperidad.Solo lo sorprendieron oloires nauseabundos y personajes malhumorados que lo llevaban por delante.Apretó la manija de la valija de cartón y sintió una angustia que ya no lo abandonaría.Pensó que en el Chaco lo inmaginó distinto.Se acercó a la tela y abrió unos pomos de pintura y en dos trazos surgió la silueta de una botella,dióunos pasos hacia el plakard,buscando el frasquito de pastillas,prendió la lampara,todo era un vértigo de sombras,se acordó de su padre,capcioso, dudando de su capacidad,sin hacer nada por detenerlo,despues llego a esa casa, que li aprisionó en sus muros grises que se le venían encima, y la colcha con olor a humedad,y el bañito contiguo,con la incesante canilla,sistematicamente ,goteando como un corazón palpitante.De pronto sus dedos palparon el frasquito,se lo guardó en el bolsillo .Todavía no lo haría.Quería terminar el cuadro, dejarlo como único patrimonio ,presidiendo el cuartucho gris y polvoriento.Volvió a manchar la tela con colores ocres, marrones,lacres.Su vida se terminaba pero alguien se adueñaría de la tela y quedaría en su historia.Pintó obsesivamente y enun rato,el cuadro quedó terminado,dandole una nueva iluminación al cuarto ,como si una luz diurna lo colmaro todo,cambiando por completo el ambiente,se embelesó en la contemplación del lienzo y se sintió renacer.Apretó la botellita con su mano dereha,se acercó a la ventana,miró para todos lados y la arrojó con fuerza al asfalto,estallando en pequeñas particulas brillantes.La anciana y su perro corrieron hacia su portal, repentinamente la lluvia se descolgó sobre el anochecer del barrio.